Es aquel que atraviesa la ciudad o el pueblo sin parar dentro. Únicamente provoca saturación, contaminación e inseguridad; no deja beneficio alguno en la ciudad. Para eliminarlo hay que implicar a las administraciones competentes para elaborar o implementar un mapa de infraestructuras que proyecte o complete el futuro viario estructurante del territorio y que circunvale pueblos y ciudades.